Light & Building 2014. La otra crónica

La KNX City

Mi zona, “KNX Member”, enseñaba cómo convertirse en fabricante KNX, y para ello se explicaban los conceptos más importantes a tener en cuenta así como el proceso de certificación asociado. Tanto empresas pequeñas, como medianas, como grandes fabricantes de electrónica se acercaron a nosotros para interesarse más por KNX. Es un hecho constatado, KNX es un fenómeno que lleva 24 años dando que hablar, y aquellos que no están en el carro, se quieren subir a él. Aquellos que fabrican con su propia tecnología, quieren comenzar a fabricar bajo KNX, porque el hecho de no estar presente con esta tecnología, significa la condena al ostracismo. Los mercados dictan sentencia, y ya sean mercados establecidos, típicos caladeros de la tecnología KNX, así como los nuevos mercados emergentes, apuestan por esta tecnología.

Tengo que decir que este fenómeno es digno de estudio, y si se me pregunta por qué ocurre esto, siempre defiendo algo por encima de todo: hay un aparato de marketing muy bien engrasado detrás, y hay una tecnología que ya ha pasado la pubertad, pero encima de todo hay siempre gente con muchísimo ímpetu empujando en cualquier parte de mundo. Y de eso pueden presumir pocas tecnologías.

Lo que viene y lo que está por venir.

Hay muchísimo por hacer y muchísimo por desarrollar. Algunas personas me dicen que les gustaría comenzar algo en KNX pero que no saben qué hacer, porque todos los nichos están cubiertos. Sencillamente, si ese es tu pensamiento, no te metas en el negocio. Es cierto que fabricantes KNX ofreciendo actuadores ya hay unos cuantos... pero no solo de actuadores vive el KNX Partner. Desde mi punto de vista, un nuevo fabricante KNX ya no puede jugar esa partida. Bajar los precios es difícil, porque esta no es ni nunca será una tecnología de gran consumo. Pero ofrecer nuevos productos de nicho que posiblemente en el futuro pasarán de nicho a convencionales es muy factible.

El mensaje de la KNX City es que ya no estamos hablando solo de casas y edificios, estamos hablando de movilidad eléctrica, de micro-generación de electricidad, de almacenamiento en la nube, de nuevas formas de interacción entre el usuario final y el resto de sistemas. Lo que hoy es válido en 10 años puede que no lo sea, y las nuevas empresas pueden jugar esa baza, desde luego. Por secreto profesional no puedo comentar las ideas que me cuenta, pero os puedo asegurar que hay gente mirando al futuro con mucho interés.

Con respecto a los productos de la feria, muchos asistentes coincidían en que no se siente una revolución, que prácticamente todo lo que se expone es una evolución de algo existente, de ideas ya concebidas. Sí que es verdad que se puede ver muchas novedades en diseño, nuevos fabricantes ofreciendo dispositivos KNX muy funcionales... pero se echa de menos algo rompedor.

Tengo que mencionarlo, por anecdótico y por el elevado número de personas que me lo comentaron, que uno de los productos estrella para los KNX Partners es la bobina de Arcus, que permite convertir cualquier fuente de alimentación en una fuente para el sistema KNX. Es agradable ver que las pequeñas empresas lideran siempre el apartado de las novedades, y que no se conforman con ofrecer lo mismo que los demás.

Volviendo a la falta de revolución que me comentaban, tengo que decir que no vamos a ver explosiones de creatividad en cada esquina, pero que lo que se puede experimentar en Frankfurt es la solidez de una tecnología, con un abanico de posibilidades enormes, y con una gran gama donde elegir, y que ese diferencial ínfimo que cada año cada fabricante KNX aporta, multiplicado por el creciente número de fabricantes, significa mucho.

El ombligo de KNX

Y es que nos creemos que todo el mundo conoce esta tecnología. Posiblemente sea así en Europa, pero dista mucho de ser la realidad en el resto del mundo, y eso es algo que hay que trabajar.

En uno de estos encuentros que ocurrían por mi zona muy a menudo, me topé con Jim, un californiano que había cruzado el Atlántico para ver las novedades en Light & Building. Jim se acercó a la KNX City un poco aturdido, miró confuso alrededor, y se acercó a mí directo, con una pregunta también directa:

A su pregunta le siguieron casi 2 horas de charla sobre la tecnología, productos, mercados, etc. Jim es el dueño de una empresa de ingeniería en USA, que interviene directamente en las especificaciones de viviendas que pertenecen a un tipo muy definido de urbanizaciones. Se fue maravillado decidido a introducir la tecnología en su país.

Este caso no es el único, me encontré en situaciones parecidas durante todo el transcurso de la feria. Creo que tenemos que dejar de mirarnos el ombligo, y que cualquier empresa que esté decidida a exportar (ya sean servicios o productos) no puede esperar que todo el mundo conozca lo que ofrece. Ni siquiera qué es KNX. Esto puede dar un poco de miedo al principio, pero también abre puertas a nuevas formas de hacer negocio y a convertirse en pioneros en nuevos mercados.

Cuando Miguel Ángel (Maji) y yo decidimos escribir el libro sobre LEED, el objetivo estaba claro: Estados Unidos. Un mercado prácticamente virgen, donde nadie ha querido intentar nada por el momento. Habiendo otros mercados “más fáciles” parece que el esfuerzo no estaba justificado, pero cada vez hay más competencia y en USA hay mucho por pescar. Muchísimo. Debido a que Sudamérica tiene parte de influencia de su vecino del Norte, LEED es muy conocido. Y debido a la difusión que KNX está teniendo, se forma un combo muy interesante (KNX + LEED) en todo el continente americano.

Lo dicho, hay mucho por hacer.

El Top Event

Personalmente nunca había estado en el Top Event. Todo el mundo coincide que hace 2 años fue excepcionalmente largo (más de 4 horas), así que creo que aprendieron la lección y este año se ha quedado por debajo de las 2 horas.

Viví la experiencia como nominado a los KNX Awards conjuntamente con mi socio de Sudáfrica, por lo que antes del evento disfrutamos de unos cócteles y esas cosas con el resto de nominados. Me resultó muy gracioso, puesto que conocía a muchísima gente, que luego resultaron ganadores (La empresa Vecolux en Bélgica, Taj Kolara en India, Peter Sperlich de Alemania...).

La gente vive esto con mucha emoción. Como ya he comentado previamente, los que trabajamos en este sector vivimos la tecnología y lo que hacemos, y todo el mundo nominado a los KNX Awards estaba muy orgulloso de estarlo (aunque luego algunas caras cambian cuando no ganan...).

Los nervios en el escenario cuando van a anunciar al ganador son más que plausibles, y me considero afortunado de que nuestro proyecto fuera elegido vencedor. La sensación es fascinante, y el hecho de estar rodeado de un gran puñado de personas del mundillo lo hace más especial. La fiesta de después es increíble, con miles de personas haciendo corrillos, comentando lo que ha ocurrido, felicitaciones por un lado y por otro... Julio Díaz andaba por ahí y me pasó el testigo (él gano hace 2 años, categoría Eficiencia Energética), y en este aspecto quería romper una lanza a favor de los KNX Partners españoles y nuestra ingeniería: