Se acabó el especular con la terminología ecológica
La domótica e inmótica tienen mucho que aportar en lo que se perfila como un nuevo sector de negocio al alza: la certificación LEED.
Los profesionales del sector de la domótica e inmótica así como las empresas involucradas no pueden permanecer de espaldas a una realidad que puede beneficiar e impulsar la comprensión y asimilación de una tecnología que cuesta introducir a escala.
¿Qué es la certificación LEED?
Los norteamericanos son especialistas en gestionar y ordenar las actividades entorno a poderosas asociaciones, las cuales son encumbradas hasta la excelencia, como no podía ser de otra forma. Al más puro estilo norteamericano, como ya han hecho con otras asociaciones de renombrado prestigio a nivel mundial, como puede ser el PMI (Project Management Institute), a pesar de no llegar los primeros se alzan como el estandarte y modelo a seguir por el resto de países, por algo será.
Y es que otras certificaciones que pujaban por ser el modelo de referencia, como puede ser el BREEAM británico o el CASBEE japonés se han quedado relativamente atrás, cediendo el peso del desarrollo y el honor de abrir el camino a la certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design).
Y en esta ocasión se trata del USGBC (United States Green Building Council) el que se encarga de diseminar la semilla de los edificios verdes, a través de una certificación basada en puntos, sobre un baremo. Y son fundamentales los aspectos que toca el USGBC en lo que se refiere a los edificios comprometidos con el medio ambiente
Son ya 11 los años que se lleva desarrollando este sistema hasta la certificación actual conocida, aún en una etapa temprana, y con muchos aspectos que mejorar, pero avanzando con paso firme y decisivo y con una meta muy clara:
Edificios sostenibles y comprometidos, se miren por dónde se miren.